Sala de estar

**Evangeline Voltaire** Sáb Abr 03, 2010 7:25 pm

Había vuelto de Francia horas antes y ahora esperaba a Mark yo sola, sin acostumbrarme a estar sin Catherine. La niña, ahora ya de varios meses, se iba a quedar varios días con su abuela y quiera o no, posiblemente, se me hagan más largos sin ella. No por nada, si no porque me había acostumbrado a centrar todo mi tiempo en la niña y ahora que tenía para mí no me acostumbraba. En ese tiempo que esperaba a Mark porque había llegado relativamente pronto me había dado un baño de horas, e incluso había podido investigar la casa (mucho más grande que la mia) a fondo. Quizás esto de no saber realmente donde pertenezco, si a Inglaterra por la Universidad, a Escocia por esta casa o a Francia por la mía, me estaba afectando cada día más. Ese estrés juntado con el de ser madre y con una idea que me venia rondando hace meses por la cabeza no dejaba de afectarme más aún todavía, tanto que ni siquiera tengo ganas de mucho. Si las madres normales ganan kilos tras ser madres, para mi el hecho de no comer acababa haciendo que hasta perdiera. No es nada exagerado... quizás hasta saludable.
Le esperaba sentada en el sofá de la sala de estar, o tambien me serviría que viniera Christian y me dijera donde estaba, que ahora que no estaba en la universidad estaba mucho más tiempo aquí. Tenía un papel doblado varias veces sobre si mismo y escrito con una letra rápida y legible pero muy nerviosa, intentando que con esto entendiera la idea que tenía y lo que ello suponía. Al igual yo tenía muchas cosas que decir al respecto.

**Mark Renton** Sáb Abr 03, 2010 7:46 pm

Comenzaba a preguntarme donde estaría Evangeline, según lo que yo había entendido ya debería haber llegado a la casa hace unas horas. De todas formas no llego a preocuparme por su bienestar, sabiendo que muchas otras cosas pueden haber surgido en Francia, lugar que ya no visitabamos con tanta libertad como al principio.
Vacío la petaca mientras bajo las escaleras de a dos escalones por vez, dando una imagen muy prematura y adolescente... o al menos muy prematura para lo que debería ser un padre. Nada más alzar la cabeza me encuentro con Evan, sentada en la sala de estar como si estuviera ahí hace horas. ¿Me habré equivocado o acaso me dormí más tiempo del que esperaba?
-Ya estás aquí... bienvenida :braq:

- anuncio a medida que mis pasos se aceleran inevitablemente hacia donde se encuentra ella, atravesando el umbral que divide el pasillo de la sala de estar en cuestión de segundos.
La petaca se había desvanecido de mis manos hace rato como cada vez que se acaban y es por eso que me permito la libertad de sostener su rostro con mis dos manos, una en cada mejilla. Le sonrío desde la cada vez menor distancia, mirándola a los ojos con ansia e intensidad. Ya la echaba de menos y eso que no pasó tanto tiempo. Antes que romper el silencio opto por juntar nuestros labios con toda la suavidad que soy capaz, besándola con los ojos cerrados.

**Evangeline Voltaire** Sáb Abr 03, 2010 7:56 pm

En el momento que escucho pasos mi mirada se desvía del papel a la salida, doblandolo una única vez sobre si mismo. Esperando a quien sea que vaya a entrar. Sonrío entre dientes cuando veo aparecer a mi novio de ahi, ampliandola al escuchar sus palabras y al ver la petaca desvanecerse como si fuera algo normal.
-Merci... te dije que no tardaría :braq:

La niña está bien -informo para empezar mientras el chico se acerca a mi, aun con la espalda apoyada en el respaldo del sofá y dejando el papel a un lado, sobre el asiento del sofá. Esto se deshace y separo mi cuerpo del respaldo unos centímetros cuando toma mi rostro, alzando la mirada para juntarla a la suya. Sea cual sea su gesto para mi iba a ser muchísimo más, tanto que el hecho de que me roce ya me hacía que el corazón se me acelerara. Esa mirada que sin decir nada transmitia todo lo que había que decir. Voy entrecerrando los ojos conforme se acerca aumentando la intensidad de esa mirada, con necesidad retenida... a la misma velocidad que los ojos se cierran entreabro los labios cuando toman contacto con los míos, posando mi mano sobre una de las suyas en mi propia mejilla. Atrapando sus labios con los míos y quedándome con la textura de estos, tan suaves como recordaba. Esperaba que él mismo terminara para que dijera lo que tuviera que decir... más que nada porque yo no me atrevia.

**Mark Renton** Sáb Abr 03, 2010 8:16 pm

No alcanzo a responder nada sobre la niña ya que me encuentro demasiado ansioso por fundirme en aquel beso, sin siquiera percatarme de que hace a un lado un papel doblado.
Saboreo sus labios con los mios presionándolos un poco antes de separarme, despacio y sin prisas. Mis ojos vuelven a buscar los suyos en el momento que se abren y separo también mis manos de su rostro, entrelazando los dedos con la que ella me coge.
Carraspeo. -¿Y cuando hay que ir a buscarla, sabes? - murmuro ahora sí refiriendome a Catherine, desviando la mirada inevitablemente a sus labos como si no me hubiera saciado con aquel breve beso. De todas formas no repito el gesto ya que cuando me siento sobre el sofá percibo el ruido de un papel arrugándose. Vuelvo a levantarme, mirándola a ella y luego al papel.
-¿Y eso? ¿La lista del supermercado? :braq:

- lo aparto tendiéndoselo a ella para poder tomar asiento donde habia esperado, con la cabeza ladeada en su dirección. Mi brazo libre rodea su cuerpo por la cintura como de costumbre, reteniéndola conmigo a la vez que recordando la temperatura de su cuerpo... y ese aroma, que no tarda en invadir mis fosas nasales dada la cercanía que ahora nos atrae.

**Evangeline Voltaire** Sáb Abr 03, 2010 8:42 pm

Abro los ojos en cuanto se separa deseando verle de nuevo, cogiendo su mano cuando él lo hace... aunque desde mi posición es más fácil hacerlo. -Eeeh... -susurro como si aún estuviera volviendo a la realidad, contestando más lento de lo normal al percibir que sigue mirando mis labios... -No sé. Virginie no me dijo día, supongo que lo que nosotros estimamos que tarde en hartarse de Cathie -digo yo mirando con disimulo los suyos, no por mucho tiempo ya que empieza a sentarse... sin acordarme del papel. Doy un respingo cuando lo coge de pronto saliendo de cualquier pensamiento enamorado, cogiendo el papel sin abrirlo (gracias a Salazar) rápidamente. Al menos se levantó y me rio con nerviosismo cuando dice lo de la lista de la compra.
-No... en verdad... es una idea que tengo -separo aun más mi espalda del respaldo para girarme sobre mi misma. Para quedarme encarada a él, con el respaldo a un costado y una de mis piernas sobre las suyas, dejando así que me abrace mejor. Mi rostro se acerca a su cuello para acabar el abrazo y le deja caer un rápido y profundo beso que me hace acentuar más su esencia en esa zona. Me quedo en completo silencio mirándole durante varios segundos a unos centímetros de distancia mientras arrugo mas el papel entre mis dedos antes de hablar. No veía otro momento para decírselo ¿y por qué no ahora?
-Yo... había pensado... que... -carraspeo. -Bueno, si no quieres lo entenderé. De hecho... es muy comprensible que me digas que no... pero es sobre la boda. No sé... no quiero que todo esto sea como todo el mundo, una ceremonia que solo nos una un papel firmado o algo sobrenatural que ninguno de ambos creemos, no quiero que sea algo que se desvanezca con el tiempo... y como por mi parte no va a ser así, se me había ocurrido... -abro el papel y lo dejo sobre su rodilla, sin mirarlo yo. -Que nos podía unir la magia. Al fin y al cabo es lo que nos lleva uniendo siempre...
Desvio la mirada tragando saliva intentando decir algo más pero se me seca la garganta. -Pero comprendería que quieras algo normal. Es... comprensible. Eso.
Sigo sin mirar las palabras escritas. "Juramento inquebrantable" y todas sus características algo resumidas. Había pensado mucho en eso... podía explicarle como habia pensado que fuera, pero antes necesitaba su aprobación o no... obviamente.

**Mark Renton** Sáb Abr 03, 2010 9:44 pm

Asiento a sus palabras riendo muy levemente al percibir su embobamiento conmigo, sabiendo que a mi me pasa lo mismo aunque intente disimularlo la mayor parte del tiempo. -Bien... le doy cinco días :braq:

- sonrío de lado como si estuviera apostando por el tiempo que mi suegra va a soportar a la niña y desvío la mirada de sus labios a sus ojos una vez sentado, frunciendo el ceño ante su evidente y repentino nerviosismo. ¿Hice algo mal?
Sus próximas palabras callan mis dudas y mis pensamientos, no porque me entere de algo sino porque parece que tiene algo que decirme. Su cambio de posición consigue ponerme nervioso a mi también ya que al parecer se trata de algo más serio de lo que alguien como yo podría imaginar. Aun así no tardo en adaptarme a esta nueva postura, correspondiendo al abrazo estrechando la mano con la que rodeo su cuerpo. Aquel beso consigue erizarme la piel de la nuca, sensación que intento retener todo el tiempo posible, más que nada porque me encanta.
Segundos después su mirada vuelve a fijarse en la mia y yo la imito, ceñudo sin poder evitarlo debido a la intriga. No sé porque me siento preocupado. Decido apartar mis pensamientos y suposiciones una vez más y me dedico a escucharla a ella, comenzando a desesperarme un poco al notar que le da vueltas y vueltas al asunto.
A pesar de todo asiento en cuanto termina cada frase, de acuerdo con lo que dice sobre no querer una ceremonia tradicional. No miro el papel en cuanto lo deja sobre mi regazo, no sé si por miedo o porque estoy demasiado concentrado en sus palabras. Unirnos por medio de la magia... eso no puede significar otra cosa que: -¿Un juramento... - bajo la mirada al papel, terminando de pronunciar la pregunta en cuanto leo que estabamos pensando en lo mismo. -...inquebrantable? -
Lo cierto es que lo había pensando hace un tiempo atrás en cuanto salió a la luz nuestra idea del casamiento. Nunca me habría imaginado que ella aceptaría y por eso no lo mencioné nunca... va a ser que los Gryffindor no somos tan valientes como nos pinta el sombrero seleccionador. -Yo... digo, tú... esto. ¿Estás segura, Evan? - mascullo repentinamente serio y concentrado en encontrar las palabras justas para darle mi opinión, tragando saliva a su vez. -Claro que quiero.. me parece una idea increible poder demostrarte lo que siento de esa forma. Ya sabes que te confío mi vida sin ninguna duda, pero tenemos que estar completamente seguros los dos... no es un juego ni mucho menos. De echo no hay vuelta atrás -
Sin pensarlo el abrazo se hace bastante más intenso al igual que el agarre de nuestras manos, si no me equivoco mis palmas comienzan a transpirar ligermente como consecuencia de todo lo que ese pacto incluye. Siento como si el mundo se detuviera como solo con ella me ha pasado, no puedo explicar lo que se siente el solo pensar que lo que sentimos es tan fuerte y tan mutuo...y esta vez no exagero. Lo nuestro llega al punto de poner en juego nuestras vidas a cambio de mantenernos juntos por siempre.

**Evangeline Voltaire** Sáb Abr 03, 2010 10:12 pm

Sigo con la mirada apartada casi temblando de puro nerviosismo ante la reacción de Mark hasta que me pregunta si me refiero a un juramento inquebrantable. En ese momento giro l rostro hacia él para prestar todos los sentidos posibles en su respuesta intentando suspirar para relajarme, agachando el rostro cuando me pregunta si estoy segura... decido contestarle luego, cuando termine de hablar. A pesar de agachar la cabeza no desvío la mirada de sus ojos, haciendo un sobreesfuerzo para no humedecerlos, pero es que es todo un sentimiento tan intenso... me va a costar muchísimo. De hecho, en el momento que dice de confiarme su vida ya no lo puedo evitar más y se me encharcan, pero pestañeando evito que salgan las lágrimas. Hace escasas horas estaba convencida de que me diría que no y ahora... no sé como reaccionar. Mi mano se aferra a la suya con exagerada fuerza antes de soltarla... no por nada en especial, si no porque mis brazos ahora iban a rodear su cuello para acercar mi cuerpo al suyo, escondiendo mi cara en su cuello en un profundo abrazo. Respondo a su pregunta asintiendo con la cabeza con lentitud.
-Muy segura, Mark... lo he pensado mucho. Y cada vez que lo pensaba estaba más convencida de que esto es lo apropiado... -me quedo en silencio varios segundos, intentando deshacer el nudo de la garganta que ahora mismo se me había producido. En cuanto se me pasa, levanto el rostro para juntar mis labios a su oído. -Estoy segura... eres la única persona del mundo a la que le confiaría mi vida sin ninguna pega, Mark. La única -repito por si acaso no lo comprende por mi estado, cada vez más convencido de que esto es lo más fuerte que alguien puede sentir o imaginarse que le pasaría a alguien como nosotros. Diferente a todo, a cualquier pareja que antes habíamos conocido, incluso a la situación con Padme. -El enlace puede ser Christian... sé que es alguien muy importante para ti... y yo haré el juramento, si quieres. ¿Confias en mi para ello?

**Mark Renton** Sáb Abr 03, 2010 10:52 pm

No aparto mi mirada de la suya a pesar de todo, hace un rato ya que no necesito ni siquiera pestañear. Juraría que tampoco respirar pero en ese momento se me aceleran notablemente las respiraciones, desmintiendo mis suposiciones. Cuando sus ojos se humedecen consigo darme cuenta al instante de que es un llanto de emoción y felicidad, a esta altura ya conozco su personalidad como la palma de mi mano. No necesito preguntarle si está bien... al menos de momento.
Acompaño su movimiento atrayéndola hacia mi al rodearme con los brazos por el cuello, deslizando mi mano ahora libre por el costado de su cuerpo. Es una caricia que intenta reconfortarla, intento decirle que todo va a ir bien como siempre, que no debe estar nerviosa por esto.
Cuando habla mi corazón se detiene (o al menos eso es lo que parece), no me puedo creer que vayamos a hacer esto después de todo lo que hemos pasado juntos. En un punto es lo que siempre quise, confiar tanto en alguien como lo hago en ella, saber que puedo entregarle mi vida servida en bandeja y que a pesar de todo me encuentro a salvo. -Sé que no me vas a fallar, lo sé muy bien... y también prometo hacer lo mismo, por el resto de mis días - asiento una sola vez firmemente, confirmando sus palabras y las mias con ese simple gesto de cabeza. No hace falta más, el juramento inquebrantable terminará de sellar nuestro pacto por completo.
En cuanto menciona a Christian mi sonrisa se amplía, creyendo por un momento que puede leerme la mente con total naturalidad. Justo iba a proponerle que él se haga cargo de eso mismo. -Sí, perfecto... confío en ambos para eso. Nada podría hacerme más feliz. En serio. - junto mi frente a la suya todavía sin dejar de mirarla a los ojos. Nuestras narices se rozan por pura inercia y dejo escapar un suspiro que acaricia sus labios, sin tardar en depositar en ellos otro beso tan suave como el de antes. Pero aun así se siente diferente, después de saber lo que vamos a hacer, de ser consciente de que nuestro amor es realmente tan intenso, cualquier contacto que incluya el suyo es como una oleada de sensaciones dificiles de explicar. Lo unico que entiendo del todo es que la amo, la amo como nunca amé a nadie.

**Admin** Sáb Abr 03, 2010 11:51 pm

26 de Abril del 2010

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