ÍndiceHabitación de Virginie
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Re: Habitación de Virginie
Mark Renton Vie Feb 26, 2010 6:38 am
Empujo la puerta entreabierta de la habitación con mi rodilla al estar cargando con Evan y avanzo con toda la confianza del mundo hacia la cama matrimonial que hay en medio de la sala, riendome entre nervioso y divertido.
-Claro que me fío... pero ya sabes que necesito ver para creer
-
Una vez que me encuentro al extremo de la cama me inclino ligeramente hacia adelante con una rodilla clavada sobre el colchón y recuesto a Evan cuidadosamente sobre su espalda, aún rodeándola con mis brazos. Nuestras caderas vuelven a encajar a la perfección cuando yo me acerco acompañando el movimiento, medio acostandome sobre ella, que todavía me rodea la cintura con sus piernas.
-¿Qué pasa si llega tu madre? - inquiero pícaramente, sin una nota de miedo o arrepentimiento por lo que vamos a hacer, simplemente preguntando cuales serían las consecuencias de ello. Aparto una mano de su espalda para apoyarla a un lado de su cabeza y esiro el brazo con la intención de no dejar caer todo mi peso sobre ella, encorvando mi espalda para que mi rostro sí entre en contacto con el suyo.
Aprovecho la cercanía para dejar escapar un suspiro placentero contra sus labios, dándome cuenta de cuanto he echado de menos poder acercarme a ella todo lo que quiero, sin su vientre de por medio. Por más de que no me arrepiento en absoluto de la pequeña que duerme placidamente en la otra habitación debo admitir que fisicamente es mucho más disfrutable e intenso de esta forma.
Cuelo la mano que aún reposa sobre su costado, aparatando la tela para dar paso libre a mis caricias sobre su piel, dejándome llevar por la repentina urgencia de sentirla mía. Mis labios se rozan con los suyos lujuriosamente sin llegar a besarla pero aún así disfrutando de ese mínimo contacto, el cual me permite seguir respirando entrecortadamente, fusionando su aliento y el mío como tantas otras veces.
-Claro que me fío... pero ya sabes que necesito ver para creer
-Una vez que me encuentro al extremo de la cama me inclino ligeramente hacia adelante con una rodilla clavada sobre el colchón y recuesto a Evan cuidadosamente sobre su espalda, aún rodeándola con mis brazos. Nuestras caderas vuelven a encajar a la perfección cuando yo me acerco acompañando el movimiento, medio acostandome sobre ella, que todavía me rodea la cintura con sus piernas.
-¿Qué pasa si llega tu madre? - inquiero pícaramente, sin una nota de miedo o arrepentimiento por lo que vamos a hacer, simplemente preguntando cuales serían las consecuencias de ello. Aparto una mano de su espalda para apoyarla a un lado de su cabeza y esiro el brazo con la intención de no dejar caer todo mi peso sobre ella, encorvando mi espalda para que mi rostro sí entre en contacto con el suyo.
Aprovecho la cercanía para dejar escapar un suspiro placentero contra sus labios, dándome cuenta de cuanto he echado de menos poder acercarme a ella todo lo que quiero, sin su vientre de por medio. Por más de que no me arrepiento en absoluto de la pequeña que duerme placidamente en la otra habitación debo admitir que fisicamente es mucho más disfrutable e intenso de esta forma.
Cuelo la mano que aún reposa sobre su costado, aparatando la tela para dar paso libre a mis caricias sobre su piel, dejándome llevar por la repentina urgencia de sentirla mía. Mis labios se rozan con los suyos lujuriosamente sin llegar a besarla pero aún así disfrutando de ese mínimo contacto, el cual me permite seguir respirando entrecortadamente, fusionando su aliento y el mío como tantas otras veces.
Mark Renton- Mi niña linda
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Re: Habitación de Virginie
Evangeline Voltaire Vie Feb 26, 2010 8:32 pm
-Ya vas a ver... -sonrío como una tonta dejándome mover por él, aflojando el abrazo con los brazos pero no por la cintura una vez mi espalda toma contacto con la cama. Mis manos recorren su camiseta y buscan la parte más baja con ansia retenida, aunque lo que realmente buscaba era hacer lento este momento a la vez no podía esperar... Pellizco la piel de su cuello con los dientes, muy levemente, mientras me río entre dientes cuando escucho su pregunta.
-Lo dudo mucho. Pero supongo que nos tocaría escondernos -replico con el mismo tono pícaro del chico, besando el cuello una vez más antes de que sus brazos me suelten y pueda verle desde quizás más lejos y con más perspectiva. Aflojo ligeramente el abrazo de mis piernas pero no se mueven de ahi, no se fuera escapar asustado por hacerlo en la cama de su suegra. No sé si la volveré a ver con los mismos ojos. Alzo la cabeza para besar sus labios una única vez, subiendo la tela que antes había buscado para sacar su camiseta con lentitud por la cabeza cuando me separo.
-¿Te estás arrepintiendo? -pregunto mientras mordisqueo y lamo su pecho ahora descubierto por la parte de la clavícula y quizás un poco más por abajo, apoyando los codos en el colchón para poder acercarme más. Cuando sus manos rozan mi piel dejo de apoyarme con los codos para volver a apoyar la espalda en la cama, con las manos reposando sobre la almohada una a cada lado de mi rostro, exponiéndome, queriendo encenderle. Entreabro los labios una vez se recuesta sobre mi, cerrando los ojos y suspirando a su vez inevitablemente, estremecida, mientras los dedos de una de mis manos pasean su pecho como si intentara memorizar cada parte de su piel para siempre. Al llegar a su cinturon lo cojo metiendo los dedos por él y le atraigo hacia mi, separando la tela levemente de su cadera aunque sin mirar ya que tenía los ojos cerrados.
-Lo dudo mucho. Pero supongo que nos tocaría escondernos -replico con el mismo tono pícaro del chico, besando el cuello una vez más antes de que sus brazos me suelten y pueda verle desde quizás más lejos y con más perspectiva. Aflojo ligeramente el abrazo de mis piernas pero no se mueven de ahi, no se fuera escapar asustado por hacerlo en la cama de su suegra. No sé si la volveré a ver con los mismos ojos. Alzo la cabeza para besar sus labios una única vez, subiendo la tela que antes había buscado para sacar su camiseta con lentitud por la cabeza cuando me separo.
-¿Te estás arrepintiendo? -pregunto mientras mordisqueo y lamo su pecho ahora descubierto por la parte de la clavícula y quizás un poco más por abajo, apoyando los codos en el colchón para poder acercarme más. Cuando sus manos rozan mi piel dejo de apoyarme con los codos para volver a apoyar la espalda en la cama, con las manos reposando sobre la almohada una a cada lado de mi rostro, exponiéndome, queriendo encenderle. Entreabro los labios una vez se recuesta sobre mi, cerrando los ojos y suspirando a su vez inevitablemente, estremecida, mientras los dedos de una de mis manos pasean su pecho como si intentara memorizar cada parte de su piel para siempre. Al llegar a su cinturon lo cojo metiendo los dedos por él y le atraigo hacia mi, separando la tela levemente de su cadera aunque sin mirar ya que tenía los ojos cerrados.
Evangeline Voltaire- Mi pequeña a la que amo (L)
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Re: Habitación de Virginie
Mark Renton Vie Feb 26, 2010 10:16 pm
Presiono la mandíbula al sentir como muerde mi cuello, dejándome hacer y acariciar mientras no dejo de juntar mi cuerpo al suyo por ningún motivo, notando mis respiraciones cada vez más agitadas. Por ello mi risa suena un tanto extraña cuando dice lo de su madre, sin poder evitar imaginarme toda la secuencia de que nos pilla. -O decirle que no es lo que parece - concluyo dejando de pensar coherentemente o de imaginar posibles reacciones cuando sus labios besan los míos, como si aquel gesto me hiciera volver a la realidad, recordándome que su tacto me está volviendo loco de a poco.
-¿Arrepentirme? Jamás - aseguro a la vez que estiro mis brazos para ayudarla con la tarea de quitarme la camiseta y dejo caer la prenda por ahí sin mucho reparo, percibiendo la forma en la que se me eriza la piel del pecho en cuestión de segundos. Y no es por el frío, no, más bien se debe al tacto inigualable de su lengua recorriendo mi cuerpo, lo que me hace cerrar los ojos con fuerza una vez más.
Momentos después ella vuelve a separarse y busco a ciegas los botones de su camisa para comenzar a desabrocharlos de abajo hacia arriba, entreabriendo los ojos a la vez que paso mi lengua por el contorno de su labio inferior, lenta y provocativamente. Separo mi rostro del suyo con un suspiro una vez que ya no hay más botones por desabrochar y estiro la tela de ambos lados para descubrir su cuerpo, retrocediendo un poco con las manos apoyadas a los lados de su cadera. Dejo caer un beso en su esternón y voy deslizando mis labios entreabiertos por entre sus pechos hacia el abdomen, repartiendo besos silenciosos hasta el límite de su ropa interior, subiendo otra vez por el otro lado de su vientre, con parsimonia y disfrutando de su sabor.
Vuelvo a alzar la mirada y a ponerme a su altura cuando me atrae desde el cinturón y estiro las manos para tomar las suyas que reposan a los lados de su rostro, juntando mi abdomen al suyo antes de esconder el rostro en su cuello, con un quejido grave dejado caer bajo su oído. En esa postura noto como mi abdomen sube y baja contra el suyo por culpa de mis respiraciones, intentando calmarlas a pesar de que estoy seguro de que no va a ser posible en este momento... y por las próximas horas.
- concluyo dejando de pensar coherentemente o de imaginar posibles reacciones cuando sus labios besan los míos, como si aquel gesto me hiciera volver a la realidad, recordándome que su tacto me está volviendo loco de a poco.-¿Arrepentirme? Jamás - aseguro a la vez que estiro mis brazos para ayudarla con la tarea de quitarme la camiseta y dejo caer la prenda por ahí sin mucho reparo, percibiendo la forma en la que se me eriza la piel del pecho en cuestión de segundos. Y no es por el frío, no, más bien se debe al tacto inigualable de su lengua recorriendo mi cuerpo, lo que me hace cerrar los ojos con fuerza una vez más.
Momentos después ella vuelve a separarse y busco a ciegas los botones de su camisa para comenzar a desabrocharlos de abajo hacia arriba, entreabriendo los ojos a la vez que paso mi lengua por el contorno de su labio inferior, lenta y provocativamente. Separo mi rostro del suyo con un suspiro una vez que ya no hay más botones por desabrochar y estiro la tela de ambos lados para descubrir su cuerpo, retrocediendo un poco con las manos apoyadas a los lados de su cadera. Dejo caer un beso en su esternón y voy deslizando mis labios entreabiertos por entre sus pechos hacia el abdomen, repartiendo besos silenciosos hasta el límite de su ropa interior, subiendo otra vez por el otro lado de su vientre, con parsimonia y disfrutando de su sabor.
Vuelvo a alzar la mirada y a ponerme a su altura cuando me atrae desde el cinturón y estiro las manos para tomar las suyas que reposan a los lados de su rostro, juntando mi abdomen al suyo antes de esconder el rostro en su cuello, con un quejido grave dejado caer bajo su oído. En esa postura noto como mi abdomen sube y baja contra el suyo por culpa de mis respiraciones, intentando calmarlas a pesar de que estoy seguro de que no va a ser posible en este momento... y por las próximas horas.
Mark Renton- Mi niña linda
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Re: Habitación de Virginie
Evangeline Voltaire Vie Feb 26, 2010 10:54 pm
-Puede perderte el poco respeto que te tenía -sonrío contra sus labios entre beso y beso, con los ojos entrecerrados y prácticamente sin ver nada coherente. Mi sonrisa se hace más amplia cuando dice lo de no arrepentirse, siguiendo con las manos apartadas mientras me desviste dejándole totalmente a sus anchas. Tenía previsto separar la espalda de la cama para que terminara de quitarme la prenda pero entonces empieza a explorar mi cuerpo con sus labios, y yo no hago más que jadear y arquear la espalda hacia él placenteramente, rodeando su cadera con mis piernas constantemente necesitandole en mi lo antes posible, con la cabeza en la almohada y el pelo desordenado. Me muerdo el labio inferior recordando que no tenía que hacer demasiado ruido, pero así me iba a costar bastante... incluso no podía evitar no mover una de las dos manos de la simple impaciencia. Entrelazo los dedos con los suyos una vez vuelve a mi, escondiendo el rostro en mi cuello, jadeando exactamente al mismo ritmo que él, lo que me hace que yo lo haga en el suyo. Incluso el simple roce de su piel con la mia me hace recordar que todo es real, que es cierto que Mark está aquí entre mis brazos y que no ha dejado de desearme a pesar de que nuestra hija está durmiendo plácida e inocentemente a un par de habitaciones a un lado y tenga tan poco glamour de invitarlo a la habitación de mi madre
Tras un rato así en el que me inmoviliza las manos por lo que no puedo seguir desvistiéndole, solo me dedico a besar lentamente su cuello y esperar a que junte mi rostro al suyo al separarlo. Solo para mirarle un poco a los ojos, con una presión en el pecho inexplicable. Es tan perfecto... no sé como pudo fijarse en alguien como yo.
-¿Necesitas inspiración, mi vida? -pregunto con burla al ver el cambio tan drástico que ha tomado desde que me desvestía a ahora, aunque en el fondo lo entendería. Puede hasta que le presione el lugar. Beso sus pómulos con intención de que cerrara los ojos, escapando del agarre de una de sus manos para explorar por la zona donde antes cubría el elástico de su ropa interior, rozando y rasguñando, esperando alguna advertencia por su parte por si ya lo estaba o por si necesitaba más.
Tras un rato así en el que me inmoviliza las manos por lo que no puedo seguir desvistiéndole, solo me dedico a besar lentamente su cuello y esperar a que junte mi rostro al suyo al separarlo. Solo para mirarle un poco a los ojos, con una presión en el pecho inexplicable. Es tan perfecto... no sé como pudo fijarse en alguien como yo.
-¿Necesitas inspiración, mi vida? -pregunto con burla al ver el cambio tan drástico que ha tomado desde que me desvestía a ahora, aunque en el fondo lo entendería. Puede hasta que le presione el lugar. Beso sus pómulos con intención de que cerrara los ojos, escapando del agarre de una de sus manos para explorar por la zona donde antes cubría el elástico de su ropa interior, rozando y rasguñando, esperando alguna advertencia por su parte por si ya lo estaba o por si necesitaba más.
Evangeline Voltaire- Mi pequeña a la que amo (L)
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Re: Habitación de Virginie
Mark Renton Sáb Feb 27, 2010 12:05 am
Me quedo en esa posición durante unos minutos sonriendo ante los besos en mi cuello y le muerdo ligeramente el lóbulo de la oreja antes de que se separe, correspondiendo a la mirada fijamente y algo embobado.
Al escuchar lo que dice arrugo los labios negativamente antes de suspirar, sin saber muy bien a que viene la pregunta. -¿Estás apurada amor?
- mi sonrisa desaparece cuando ella besa mis pómulos, relajando notablemente mi expresión por unos segundos, con los ojos cerrados tal y como ella esperaba. Pero entonces siento el contacto de su mano ahí abajo y no reprimo la tensión que recorre cada uno de mis músculos, volviendo a abrir los ojos con brusquedad. Se podría decir que ha logrado inspirarme. 
Entreabro sus labios con los mios en el mismo momento que un nuevo quejido escapa de mi garganta, ahogándose en su boca inevitablemente, con ganas. Muevo su mano al cierre del pantalón tras desabrochar el primer botón y separo mi cadera de la suya levantandola un poco, con la intención de que pueda retirar la prenda sin mucha dificultad. Con la mano libre recorro un lado de su muslo formando círculos y enredo los dedos en el elástico de su ropa interior, bajando la tela torpemente debido a la repentina ansiedad que me ha provocado.
Mientras me dedico a desvestirla giro sobre mi mismo hasta quedar acostado boca arriba y hago lo posible por atraerla conmigo, haciendo que quede ella sentada sobre mi cadera. A pesar de todo me quedo en silencio ya que se me hace casi imposible pronunciar palabras coherentes, mirándola con notable deseo en mi expresión.
Al escuchar lo que dice arrugo los labios negativamente antes de suspirar, sin saber muy bien a que viene la pregunta. -¿Estás apurada amor?
- mi sonrisa desaparece cuando ella besa mis pómulos, relajando notablemente mi expresión por unos segundos, con los ojos cerrados tal y como ella esperaba. Pero entonces siento el contacto de su mano ahí abajo y no reprimo la tensión que recorre cada uno de mis músculos, volviendo a abrir los ojos con brusquedad. Se podría decir que ha logrado inspirarme. Entreabro sus labios con los mios en el mismo momento que un nuevo quejido escapa de mi garganta, ahogándose en su boca inevitablemente, con ganas. Muevo su mano al cierre del pantalón tras desabrochar el primer botón y separo mi cadera de la suya levantandola un poco, con la intención de que pueda retirar la prenda sin mucha dificultad. Con la mano libre recorro un lado de su muslo formando círculos y enredo los dedos en el elástico de su ropa interior, bajando la tela torpemente debido a la repentina ansiedad que me ha provocado.
Mientras me dedico a desvestirla giro sobre mi mismo hasta quedar acostado boca arriba y hago lo posible por atraerla conmigo, haciendo que quede ella sentada sobre mi cadera. A pesar de todo me quedo en silencio ya que se me hace casi imposible pronunciar palabras coherentes, mirándola con notable deseo en mi expresión.
Mark Renton- Mi niña linda
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Re: Habitación de Virginie
Evangeline Voltaire Sáb Feb 27, 2010 12:38 am
Cuando él cambia el gesto al escuchar su pregunta beso sus labios repetida y sonoramente, como intentando hacer que no se enfade conmigo.
-Si lo digo por tu bien, tonto. A mi no me importa inspirarte -el hecho de que le note repentinamente tenso y con todas sus alertas a rojo, algo me dice que he conseguido lo que pretendía, aun así por si acaso bajo la mano un poco más rozando su entrepierna antes de volver al lugar anterior. Su quejido es lo que consigue encenderme a mi, por lo que empiezo a moverme aceleradamente como él aunque silenciosamente como habíamos tratado con anterioridad, soltando un profundo suspiro cuando lleva mi mano al cierre de su pantalón. Verle volverse tan loco estaba haciendo impacientarme a mi y a la vez sentirme igual, no llevando una si no las dos para terminar con su cinturón y el broche, agradeciendo con un beso el que me ayude separando la cadera para quitársela. El hecho de que esté jugando con mi ropa interior hace que las manos me tiemblen como el resto del cuerpo de puro deseo y haga con más torpeza el hecho de quitarle los pantalones, pero lo consigo y lo tiro a cualquier parte, sin importarme nada más que él en este momento. Muevo mis piernas para que me quite la ropa interior del todo, justo antes de que se de la vuelta y quede yo encima. Este gesto hace desordenar las sábanas del todo, quedando desorganizadas a nuestro alrededor.
Ese es el momento en el que ya me puedo quitar la camisa del todo y la dejo aproximadamente cerca de donde deberían estar los pantalones de Mark, quedándome yo sentada y él tumbado. Ahora, a total campo de visión (o casi total, por la penumbra de la sala), y tras ver su gesto de necesidad me dedico a ser un poco mala, llevando mis propias manos al broche del sujetador y lo desabrocho, aunque sin quitármelo, como si quisiera que me lo quitara de un mordisco.
-Te necesito Mark... -susurro en todos los aspectos que él pueda imaginarse, esta vez siendo yo la que me quedo tumbada sobre él, con mi rostro en su cuello jadeando contra él y mis manos explorando su ropa interior antes de bajarla, el mismo caso que hace unos minutos pero al contrario.
-Creo que aquí el apurado eres tú... -susurro cerca de su oído antes de volverme a sentar sobre él, trayéndole conmigo con una mano en la nuca para que él tambien se sentara, quedando mi cadera justo encima de la suya. -En verdad... los dos por igual... hazlo ya...
-Si lo digo por tu bien, tonto. A mi no me importa inspirarte
-el hecho de que le note repentinamente tenso y con todas sus alertas a rojo, algo me dice que he conseguido lo que pretendía, aun así por si acaso bajo la mano un poco más rozando su entrepierna antes de volver al lugar anterior. Su quejido es lo que consigue encenderme a mi, por lo que empiezo a moverme aceleradamente como él aunque silenciosamente como habíamos tratado con anterioridad, soltando un profundo suspiro cuando lleva mi mano al cierre de su pantalón. Verle volverse tan loco estaba haciendo impacientarme a mi y a la vez sentirme igual, no llevando una si no las dos para terminar con su cinturón y el broche, agradeciendo con un beso el que me ayude separando la cadera para quitársela. El hecho de que esté jugando con mi ropa interior hace que las manos me tiemblen como el resto del cuerpo de puro deseo y haga con más torpeza el hecho de quitarle los pantalones, pero lo consigo y lo tiro a cualquier parte, sin importarme nada más que él en este momento. Muevo mis piernas para que me quite la ropa interior del todo, justo antes de que se de la vuelta y quede yo encima. Este gesto hace desordenar las sábanas del todo, quedando desorganizadas a nuestro alrededor.Ese es el momento en el que ya me puedo quitar la camisa del todo y la dejo aproximadamente cerca de donde deberían estar los pantalones de Mark, quedándome yo sentada y él tumbado. Ahora, a total campo de visión (o casi total, por la penumbra de la sala), y tras ver su gesto de necesidad me dedico a ser un poco mala, llevando mis propias manos al broche del sujetador y lo desabrocho, aunque sin quitármelo, como si quisiera que me lo quitara de un mordisco.
-Te necesito Mark... -susurro en todos los aspectos que él pueda imaginarse, esta vez siendo yo la que me quedo tumbada sobre él, con mi rostro en su cuello jadeando contra él y mis manos explorando su ropa interior antes de bajarla, el mismo caso que hace unos minutos pero al contrario.
-Creo que aquí el apurado eres tú... -susurro cerca de su oído antes de volverme a sentar sobre él, trayéndole conmigo con una mano en la nuca para que él tambien se sentara, quedando mi cadera justo encima de la suya. -En verdad... los dos por igual... hazlo ya...
Evangeline Voltaire- Mi pequeña a la que amo (L)
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Re: Habitación de Virginie
Mark Renton Sáb Feb 27, 2010 5:05 pm
-Ni a mi... que... me... inspires - admito entrecortando la frase ya que no puedo pasar por alto el contacto de sus dedos bajando hacia mi entrepierna, encendiéndome más aún si cabe con aquel gesto. Lo único en lo que puedo pensar es en las ganas que tengo de sentir nuestros cuerpos desnudos en completa cercanía, rozándose y acariciándose nuestras pieles como tantas otras veces.
Una vez que ella está casi desnuda sobre mi paseo la mirada por su cuerpo sin ningún tipo de limitaciones y deslizo mis dedos por sus muslos con repentina urgencia , sin pasar por alto lo que me incita a hacer con su sujetador. Tiro de la tela con mis dedos hacia adelante comenzando a pasar los tirantes por sus brazos para quitárselo y antes de que eso suceda inclino el mentón hacia ella, atrapando la prenda con mis dientes para terminar lo que he empezado. Una vez que lo consigo suelto una carcajada divertida y aparto del todo la tela hacia algún lugar indefinido de la habitación, con mis ojos fijos en los suyos, como esperándome cualquier cosa por su parte.
Paso los brazos entrelazados por su cintura correspondiendo al movimiento cuando se tumba sobre mi cuerpo y muevo la cadera contra la suya buscando e incluso necesitando aquel roce más que cualquier otra cosa en este momento, asintiendo frenéticamente a sus palabras. El contacto se hace aun más intenso cuando logra deshacerse de mi ropa interior y si aquello ya me produce un placer irrefrenable no puedo explicar lo que siento una vez que me hace sentar, notando al instante la forma en que nuestras caderas encajan a la perfección, haciéndonos uno en cuestión de segundos.
Mis manos recorren su espalda durante todo el rato mientras los movimientos varían su ritmo de manera irregular, siendo más lentos o más rápidos dependiendo de las necesidades que nos invaden a ambos. Disfruto en cada momento de esa electricidad indescriptible que recorre cada una de mis extremidades, recordándome lo fuerte que se ha hecho nuestro vínculo después de todo lo que hemos pasado juntos. Hoy más que nunca puedo asegurar que lo nuestro es para siempre, que quiero pasar el resto de mi vida a su lado y que es ahí a donde siempre he pertenecido. Los jadeos que escapan de mi boca y se ahogan contra su cuello, su mejilla o sus labios solo indican lo irresistible que es este contacto tan perfecto que formamos al unirnos, como si nuestros cuerpos hubieran sido creados para encontrarse y enacajar, el uno para el otro.
En un punto pierdo la noción del tiempo o el lugar, incluso de que ahora somos padres de la niña que descansa en la otra habitación… ni siquiera puedo definir donde termina mi cuerpo y empieza el suyo. Todos mis sentidos están puestos en ella y en el deseo carnal que eso me produce, intensificado de maneras inimaginables debido al amor que siento por ella. Nunca antes me había sentido así y ella lo sabe, ella sabe mejor que nadie que estoy completamente enamorado y perdido sin su compañía, que doy todo lo que tengo y lo que no por su bienestar o por uno de sus abrazos o caricias.
Pasado un tiempo siento el éxtasis aproximándose como una advertencia y presiono su cuerpo contra el mío aun rodeándola en un intenso abrazo, volviendo a girar sobre nosotros mismos hasta quedar arrodillado sobre el colchón, con su espalda apoyada contra el reposacabezas de la cama. Ligeramente elevados en el aire. Reparto suaves besos por su cuello sin poder hacer nada más que respirar desbocadamente, notando al instante como nuestros corazones parecen desgarrar nuestros pechos, con la urgencia de salirse de los limites posibles y encontrarse entre sí... hacerse un solo corazón para ambos, al igual que nuestro cuerpo y alma.
Una vez que ella está casi desnuda sobre mi paseo la mirada por su cuerpo sin ningún tipo de limitaciones y deslizo mis dedos por sus muslos con repentina urgencia , sin pasar por alto lo que me incita a hacer con su sujetador. Tiro de la tela con mis dedos hacia adelante comenzando a pasar los tirantes por sus brazos para quitárselo y antes de que eso suceda inclino el mentón hacia ella, atrapando la prenda con mis dientes para terminar lo que he empezado. Una vez que lo consigo suelto una carcajada divertida y aparto del todo la tela hacia algún lugar indefinido de la habitación, con mis ojos fijos en los suyos, como esperándome cualquier cosa por su parte.
Paso los brazos entrelazados por su cintura correspondiendo al movimiento cuando se tumba sobre mi cuerpo y muevo la cadera contra la suya buscando e incluso necesitando aquel roce más que cualquier otra cosa en este momento, asintiendo frenéticamente a sus palabras. El contacto se hace aun más intenso cuando logra deshacerse de mi ropa interior y si aquello ya me produce un placer irrefrenable no puedo explicar lo que siento una vez que me hace sentar, notando al instante la forma en que nuestras caderas encajan a la perfección, haciéndonos uno en cuestión de segundos.
Mis manos recorren su espalda durante todo el rato mientras los movimientos varían su ritmo de manera irregular, siendo más lentos o más rápidos dependiendo de las necesidades que nos invaden a ambos. Disfruto en cada momento de esa electricidad indescriptible que recorre cada una de mis extremidades, recordándome lo fuerte que se ha hecho nuestro vínculo después de todo lo que hemos pasado juntos. Hoy más que nunca puedo asegurar que lo nuestro es para siempre, que quiero pasar el resto de mi vida a su lado y que es ahí a donde siempre he pertenecido. Los jadeos que escapan de mi boca y se ahogan contra su cuello, su mejilla o sus labios solo indican lo irresistible que es este contacto tan perfecto que formamos al unirnos, como si nuestros cuerpos hubieran sido creados para encontrarse y enacajar, el uno para el otro.
En un punto pierdo la noción del tiempo o el lugar, incluso de que ahora somos padres de la niña que descansa en la otra habitación… ni siquiera puedo definir donde termina mi cuerpo y empieza el suyo. Todos mis sentidos están puestos en ella y en el deseo carnal que eso me produce, intensificado de maneras inimaginables debido al amor que siento por ella. Nunca antes me había sentido así y ella lo sabe, ella sabe mejor que nadie que estoy completamente enamorado y perdido sin su compañía, que doy todo lo que tengo y lo que no por su bienestar o por uno de sus abrazos o caricias.
Pasado un tiempo siento el éxtasis aproximándose como una advertencia y presiono su cuerpo contra el mío aun rodeándola en un intenso abrazo, volviendo a girar sobre nosotros mismos hasta quedar arrodillado sobre el colchón, con su espalda apoyada contra el reposacabezas de la cama. Ligeramente elevados en el aire. Reparto suaves besos por su cuello sin poder hacer nada más que respirar desbocadamente, notando al instante como nuestros corazones parecen desgarrar nuestros pechos, con la urgencia de salirse de los limites posibles y encontrarse entre sí... hacerse un solo corazón para ambos, al igual que nuestro cuerpo y alma.
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Re: Habitación de Virginie
Evangeline Voltaire Sáb Feb 27, 2010 7:39 pm
Entreabro los labios soltando un ligero suspiro de sorpesa cuando me atrae desde los muslos, respirando desde ese momento como si en cada suspiro se arrancara dentor de mi un desquicio de placer que me incita a seguir y a liberar todo lo que tengo en mi lo antes posible. Estiro los brazos hacia delante para que pueda quitarme el sujetador y me rio a su vez, nerviosa y aceleradamente, intentándome relajar cuando me mira. ¿Por qué me ponía nerviosa? Quizás sea la prisa que se ha dado de pronto, o el simple miedo de no poderme controlar. O quizás se me haya quedado un trauma imaginando qeu en una situación como esta es cuando terminé con Catherine ¿quien sabe?
Mi mente se libera y se relaja una vez los brazos de Mark me rodean y me protegen, como diciéndome con palabras que nada malo me puede pasar, y yo solo me dedico a rodear su cuello con los mios y a esconder mi rostro en su cuello como explicándole que estaba segura, tranquila y totalmente entregada a él. Me mantengo en esa postura, con mis manos teniendo libre acceso por su espalda en el momento que encaja su cadera con la mia por primera vez y hace lo que llevaba... bastante tiempo esperando. Solo busco lo que él necesita, por lo que me dedico a ascender y descender lentamente mientras ahogo los suspiros en su cuello, mordiendo cada vez que quiero gemir, para evitar emitir algun sonido. Siento que en mi interior todo se desboca, que nada puede dejar de paralizarse de placer y a la vez revolucionarse, y es que esto va mucho más allá de cualquier gesto fisiológico... lo que todo lo completa es el sentimiento reflejado en él, el hecho de complementarse exactamente como cada uno necesita, el hecho de demostrar con esa soltura que estamos expuestos el uno para el otro para cual fuera su necesidad, tensión o alegría. Que nunca antes pasará esto con nadie, que nunca después habrá algo que hará romper este vínculo, que es único, duradero y para siempre. Tan fuerte que sé cuando ir más deprisa cuando lo requiere aunque no me lo diga, por lo que junto mi rostro el suyo al acelerar, como si besándole sería capaz de callarme, ya que me veo perdiendo los estribos y sin poderlo retener un minuto más...
Como había previsto no soy capaz de retenerlos por lo que jadeo contra sus labios y en su garganta, como si así se amortiguaran, y es que necesito desbocar de alguna forma que sus movimientos me estén acelerando por dentro, aumentando mi temperatura corporal a tales extremos que cada poro de mi piel se queja de ello. Rasguño sin piedad su espalda pensando que hasta eso debe excitarle, comenzando el jadeante roce de nuestros labios que ya no son ni capaces de besarse, simplemente se dedican a ahogar los suspiros cálidos del otro con intención de pasar desapercibidos, aunque en ese tema él lo debe tener mucho mas facil que yo. De alguna forma, por la simple postura en la que estamos, me sentía la responsable de que no olvidara nunca esta sensación, de que me recordara como mejor sé, que se sintiera todo lo bien que mi cuerpo puede permitir, porque solo quiero su bien y el de nadie más... por eso es lo que me dedico a ir todo lo rápido que puedo, poniendo todas mis fuerzas en ello, aunque eso solo consiguiera hacerme daño a mi misma. Mis labios recorren su cuello e incluso se alza con los ojos cerrados, apretando los dientes para evitar algun quejido... el cual intento disimular con un suspiro.
No me atrevo a pedirle que pare, pero cada vez se iba haciendo más evidente que lo necesitaría, pero sé que así es como él quería. Aferro el abrazo a él y ahora tambien con las piernas alrededor de su cintura, ya que me coge en brazos. Cojo una bocanada de aire por la sorpresa, ya que el contraste del calor de mi piel con la fría pared era... terriblemente irresistible, la verdad. No creo que tardara en contagiarse de mi calor incesante, por lo que lo disfruto todo lo posible, al igual que el hecho de que ahora le sentia más en mi que nunca, más mío que nunca. El hecho de que me abrace con esa intensidad es lo que me indica que va a terminar, por lo que yo le imito en lo de esconder el rostro en su cuello para no hacer nada de ruido, succionando su piel y con mis manos recorriendo su espalda. Araño a mi paso dándome cuenta que esa nueva posición que él había adaptado daba la opción a que me pudiera enredar en su cuerpo a placer y me ponía demasiado. Aun así noto que mi cuerpo no quería terminar aun, por lo que hago lo que sea por profundizar sus movimientos y sentirlos al cien por cien, acelerar y llegar al igual que él... pero necesitaba su ayuda, por lo que le presiono contra mi desde la cintura y desde donde la espalda pierde su casto nombre, gimiendo silenciosamente junto a su oído cada vez que le atraigo.
-Je t'adore... -susurro constantemente entre cada gemido, sin pensar lo que digo, simplemente interpretando lo que salía de mi corazón, ahora acelerado por él, temblando de placer a pesar del dolor... tal vez no esté tan lejos de terminar como pensaba.
Mi mente se libera y se relaja una vez los brazos de Mark me rodean y me protegen, como diciéndome con palabras que nada malo me puede pasar, y yo solo me dedico a rodear su cuello con los mios y a esconder mi rostro en su cuello como explicándole que estaba segura, tranquila y totalmente entregada a él. Me mantengo en esa postura, con mis manos teniendo libre acceso por su espalda en el momento que encaja su cadera con la mia por primera vez y hace lo que llevaba... bastante tiempo esperando. Solo busco lo que él necesita, por lo que me dedico a ascender y descender lentamente mientras ahogo los suspiros en su cuello, mordiendo cada vez que quiero gemir, para evitar emitir algun sonido. Siento que en mi interior todo se desboca, que nada puede dejar de paralizarse de placer y a la vez revolucionarse, y es que esto va mucho más allá de cualquier gesto fisiológico... lo que todo lo completa es el sentimiento reflejado en él, el hecho de complementarse exactamente como cada uno necesita, el hecho de demostrar con esa soltura que estamos expuestos el uno para el otro para cual fuera su necesidad, tensión o alegría. Que nunca antes pasará esto con nadie, que nunca después habrá algo que hará romper este vínculo, que es único, duradero y para siempre. Tan fuerte que sé cuando ir más deprisa cuando lo requiere aunque no me lo diga, por lo que junto mi rostro el suyo al acelerar, como si besándole sería capaz de callarme, ya que me veo perdiendo los estribos y sin poderlo retener un minuto más...
Como había previsto no soy capaz de retenerlos por lo que jadeo contra sus labios y en su garganta, como si así se amortiguaran, y es que necesito desbocar de alguna forma que sus movimientos me estén acelerando por dentro, aumentando mi temperatura corporal a tales extremos que cada poro de mi piel se queja de ello. Rasguño sin piedad su espalda pensando que hasta eso debe excitarle, comenzando el jadeante roce de nuestros labios que ya no son ni capaces de besarse, simplemente se dedican a ahogar los suspiros cálidos del otro con intención de pasar desapercibidos, aunque en ese tema él lo debe tener mucho mas facil que yo. De alguna forma, por la simple postura en la que estamos, me sentía la responsable de que no olvidara nunca esta sensación, de que me recordara como mejor sé, que se sintiera todo lo bien que mi cuerpo puede permitir, porque solo quiero su bien y el de nadie más... por eso es lo que me dedico a ir todo lo rápido que puedo, poniendo todas mis fuerzas en ello, aunque eso solo consiguiera hacerme daño a mi misma. Mis labios recorren su cuello e incluso se alza con los ojos cerrados, apretando los dientes para evitar algun quejido... el cual intento disimular con un suspiro.
No me atrevo a pedirle que pare, pero cada vez se iba haciendo más evidente que lo necesitaría, pero sé que así es como él quería. Aferro el abrazo a él y ahora tambien con las piernas alrededor de su cintura, ya que me coge en brazos. Cojo una bocanada de aire por la sorpresa, ya que el contraste del calor de mi piel con la fría pared era... terriblemente irresistible, la verdad. No creo que tardara en contagiarse de mi calor incesante, por lo que lo disfruto todo lo posible, al igual que el hecho de que ahora le sentia más en mi que nunca, más mío que nunca. El hecho de que me abrace con esa intensidad es lo que me indica que va a terminar, por lo que yo le imito en lo de esconder el rostro en su cuello para no hacer nada de ruido, succionando su piel y con mis manos recorriendo su espalda. Araño a mi paso dándome cuenta que esa nueva posición que él había adaptado daba la opción a que me pudiera enredar en su cuerpo a placer y me ponía demasiado. Aun así noto que mi cuerpo no quería terminar aun, por lo que hago lo que sea por profundizar sus movimientos y sentirlos al cien por cien, acelerar y llegar al igual que él... pero necesitaba su ayuda, por lo que le presiono contra mi desde la cintura y desde donde la espalda pierde su casto nombre, gimiendo silenciosamente junto a su oído cada vez que le atraigo.
-Je t'adore... -susurro constantemente entre cada gemido, sin pensar lo que digo, simplemente interpretando lo que salía de mi corazón, ahora acelerado por él, temblando de placer a pesar del dolor... tal vez no esté tan lejos de terminar como pensaba.
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Re: Habitación de Virginie
Mark Renton Dom Feb 28, 2010 12:01 am
Continúo aferrado a ella en la misma postura mientras ambos llegamos al climax, dejando que me acerque y me aleje a su placer pero sin soltarla por ningún motivo, necesitando sentirla cerca en el sentido más literal de la palabra. Todos sus mordiscos y gemidos ahogados habían conseguido encenderme como nunca antes, confirmando su teoría de que aquí nos daría más morbo que en cualquier otro lado. A pesar de lo mucho que me dejé llevar una mínima parte mía fue siempre consciente de que podrían pillarnos en cualquier momento, y eso lo hace extrañamente excitante y le da un atractivo especial a todo el asunto.
Al escuchar sus palabras vuelvo a abrir los ojos mientras me voy inclinando hacia atrás para recostar su espalda nuevamente sobre el colchón, notando como sube mi temperatura corporal a más de 50º, contagiandome del increible calor que emana su cuerpo contra el mío. Flexiono ambas rodillas entre sus piernas aun abrazado a su cintura y con la cabeza recostada sobre su abdomen, sin dejar de respirar con intensidad a pesar de que lo intento con todas mis fuerzas.
-Yo más. Eres... increíble - por más de que tardo bastante en responder espero que ella entienda a que me refiero, suspirando varias veces como para calmarme, sin conseguirlo todavía. Mientras tanto mis manos se deslizan por sus costados con total lentitud a la vez que mis labios también lo hacen por su abdomen, sin moverme por más de que quisiera, además de que estoy muy cómodo por más extraña que sea la posición.
Alzo la mirada hacia ella desde ahí y la miro fijamente por unos minutos, como preguntándole en silencio si está bien. La verdad es que no tengo ni idea de como reacciona su cuerpo a todo esto después del embarazo, pero puedo asegurar que nunca lo he disfrutado tanto con ella, ni con nadie. La mezcla de sensaciones que me invadieron durante todo el rato son casi inexplicables y aun se mantienen latentes, dispuestas a quedarse en mi memoria por el resto de mis días. -¿Es posible que cada día que pasa me enamore más de ti o son imaginaciones mias? -
Al escuchar sus palabras vuelvo a abrir los ojos mientras me voy inclinando hacia atrás para recostar su espalda nuevamente sobre el colchón, notando como sube mi temperatura corporal a más de 50º, contagiandome del increible calor que emana su cuerpo contra el mío. Flexiono ambas rodillas entre sus piernas aun abrazado a su cintura y con la cabeza recostada sobre su abdomen, sin dejar de respirar con intensidad a pesar de que lo intento con todas mis fuerzas.
-Yo más. Eres... increíble - por más de que tardo bastante en responder espero que ella entienda a que me refiero, suspirando varias veces como para calmarme, sin conseguirlo todavía. Mientras tanto mis manos se deslizan por sus costados con total lentitud a la vez que mis labios también lo hacen por su abdomen, sin moverme por más de que quisiera, además de que estoy muy cómodo por más extraña que sea la posición.
Alzo la mirada hacia ella desde ahí y la miro fijamente por unos minutos, como preguntándole en silencio si está bien. La verdad es que no tengo ni idea de como reacciona su cuerpo a todo esto después del embarazo, pero puedo asegurar que nunca lo he disfrutado tanto con ella, ni con nadie. La mezcla de sensaciones que me invadieron durante todo el rato son casi inexplicables y aun se mantienen latentes, dispuestas a quedarse en mi memoria por el resto de mis días. -¿Es posible que cada día que pasa me enamore más de ti o son imaginaciones mias? -
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Re: Habitación de Virginie
Evangeline Voltaire Dom Feb 28, 2010 1:38 am
Al parecer no se pecibe el dolor, por l oqeu sigo igual e incluso más apurado al llegar a lo más alto, en este momento es el que más quiero gritar sobre todas las cosas para que todo el mundo se de cuenta de lo que le amo, de júbilo y de alegría, pero como no puedo y lo llevo recordando todo el rato muerdo su cuello para evitarlo. Quizás fuera peor pero era muy excitante el riesgo a que despertara Catherine o el simple hecho de que Virginie volviera.
Mis brazos siguen sobre sus hombros pero esta vez no lo coge con fuerza, si no que estoy como un peso muerto esperand oque él me llevara, con las piernas igual. Esto le hace más fácil el hecho de tumbarme, dejando las manos a los lados de mi rostro como antes de empezar cuando él se aparta de mi, apoyándose en mi abdomen. El flequillo se me habia apartado del rostro y ahora formaba parte del resto del pelo desorganizado y desordenado sobre la almohada, dejando ver las gotas de sudor de mi frente ante la luz incandescente de la sala. Sigo respirando exageradamente haciendo que mi abdomen ascienda y descienda, al igual que la cabeza del chico, estremeciéndome con su aliento en mi cadera pero realmente cómoda así. una de mis manos desciende y se enreda en su pelo despeinado, tocándolo y meciéndolo ahora que mi propio cuerpo era su almohada. Arqueo muy levemente la espalda cuando sus labios tocan mi piel, sin imaginarme que se hubiera quedado con ganas de hacerme algo más. No puedo dejar de mantener los ojos entrecerrados y dirigidos hacia él, como si me costara hasta abrirlos.
Percibo que me está mirando y yo alzo las comisuras muy levemente, cariñosamente, sin poder creerlo del todo.
-¿Pasa algo, cariño? ¿Estás bien? -pregunto sin saber qué puede ser que se le cruce por la mente, disfrutando incesablemente de la paz interior que ahora me recorre cada extremidad. Sin importarme nada que me vea así. -Je ne sais pas amour, puede que lo nuestro nunca tenga límite...
Mis brazos siguen sobre sus hombros pero esta vez no lo coge con fuerza, si no que estoy como un peso muerto esperand oque él me llevara, con las piernas igual. Esto le hace más fácil el hecho de tumbarme, dejando las manos a los lados de mi rostro como antes de empezar cuando él se aparta de mi, apoyándose en mi abdomen. El flequillo se me habia apartado del rostro y ahora formaba parte del resto del pelo desorganizado y desordenado sobre la almohada, dejando ver las gotas de sudor de mi frente ante la luz incandescente de la sala. Sigo respirando exageradamente haciendo que mi abdomen ascienda y descienda, al igual que la cabeza del chico, estremeciéndome con su aliento en mi cadera pero realmente cómoda así. una de mis manos desciende y se enreda en su pelo despeinado, tocándolo y meciéndolo ahora que mi propio cuerpo era su almohada. Arqueo muy levemente la espalda cuando sus labios tocan mi piel, sin imaginarme que se hubiera quedado con ganas de hacerme algo más. No puedo dejar de mantener los ojos entrecerrados y dirigidos hacia él, como si me costara hasta abrirlos.
Percibo que me está mirando y yo alzo las comisuras muy levemente, cariñosamente, sin poder creerlo del todo.
-¿Pasa algo, cariño? ¿Estás bien? -pregunto sin saber qué puede ser que se le cruce por la mente, disfrutando incesablemente de la paz interior que ahora me recorre cada extremidad. Sin importarme nada que me vea así. -Je ne sais pas amour, puede que lo nuestro nunca tenga límite...
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Re: Habitación de Virginie
Mark Renton Dom Feb 28, 2010 6:06 pm
Sonrío un poco al percibir que nuestras respiraciones todavía van a la par, como si mi cuerpo y el suyo no estuvieran preparados para dejar de ser uno. Nada más sentir la forma en la que me acaricia el pelo dejo de deslizar mis manos por sus costados y de besar su abdomen, centrándome en su contacto a la vez que se acompasan mis respiraciones muy de a poco, logrando relajarme en pocos minutos gracias a ella. Se me hace curiosa la sensación que me invade en este momento, además de un ligero cosquilleo en todo el cuerpo percibo los estímulos y su tacto de manera más intensa y diferente... como si todos mis sentidos fueran mucho más sensibles que hace unas horas.
Cuando aquella pregunta escapa de entre sus labios niego rapidamente con la cabeza y me ayudo con los brazos y las piernas para cambiar la posición sin prisas, volviendo a su altura, recostado junto a ella pero aún rodeándola con un brazo por el abdomen. -Estoy bien... muy bien, en verdad. Solo quiero asegurarme de que tu también lo estés - y con mis palabras confirmo lo de los sentidos, notando que algo tan simple como hablar se me hace completamente ajeno y extraño. Siento que mi voz no es la mía, que las palabras no han sido pronunciadas en mi garganta. Culpo de esto a mi estado adormilado y al repentino cansancio que siento, pero también sé que tiene que ver con la extraña pero placentera intensidad que alcanzamos al hacerlo.
La miro de lado al tener la cabeza recostada junto a la suya y dejo caer un lento beso en su comisura, adelantando el mentón hasta su frente para soplar su flequillo desordenado, dejando escapar el aire muy ligeramente. Mientras voy bajando la cabeza una vez más sobre la almohada, deslizo mis dedos por su mentón y luego por el brazo que tiene junto al rostro. Pasando las yemas de mis dedos por el contorno y las curvaturas de su piel ligeramente húmeda, hasta entrelazar nuestras manos. -Será eso... y me encanta -
Cuando aquella pregunta escapa de entre sus labios niego rapidamente con la cabeza y me ayudo con los brazos y las piernas para cambiar la posición sin prisas, volviendo a su altura, recostado junto a ella pero aún rodeándola con un brazo por el abdomen. -Estoy bien... muy bien, en verdad. Solo quiero asegurarme de que tu también lo estés - y con mis palabras confirmo lo de los sentidos, notando que algo tan simple como hablar se me hace completamente ajeno y extraño. Siento que mi voz no es la mía, que las palabras no han sido pronunciadas en mi garganta. Culpo de esto a mi estado adormilado y al repentino cansancio que siento, pero también sé que tiene que ver con la extraña pero placentera intensidad que alcanzamos al hacerlo.
La miro de lado al tener la cabeza recostada junto a la suya y dejo caer un lento beso en su comisura, adelantando el mentón hasta su frente para soplar su flequillo desordenado, dejando escapar el aire muy ligeramente. Mientras voy bajando la cabeza una vez más sobre la almohada, deslizo mis dedos por su mentón y luego por el brazo que tiene junto al rostro. Pasando las yemas de mis dedos por el contorno y las curvaturas de su piel ligeramente húmeda, hasta entrelazar nuestras manos. -Será eso... y me encanta
-
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Re: Habitación de Virginie
Virginie Voltaire Dom Feb 28, 2010 7:35 pm
Llega al rellano de su propia casa con el bolso colgando de un antebrazo, el mismo del que cuelga la bata de la que se ha deshecho al salir del trabajo. Era temprano y había pasado la noche trabajando, hacía escasas horas que amanecía y tenía ganas de dormir, por lo que deja las cosas en el mueble de la entrada y la ropa en el perchero, taconeando a su paso por los zapatos. Antes de eso decide pasarse por la cocina a prepararse un rápido café instantáneo, que no le apetecía entretenerse demasiado. Imaginando que estaba sola en casa como de costumbre, le da vueltas a la cucharilla sin mucho disimulo, terminándolo en un par de tragos y subiendo la escalera lenta y cansadamente...
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Re: Habitación de Virginie
Evangeline Voltaire Dom Feb 28, 2010 9:04 pm
Cierro los ojos jugando con los dedos entrelazados con cada mechón de su pelo, sin necesitar nada más que eso, como si con ese simple gesto y con el concepto de que sigue aquí a mi lado y que seguirá para siempre me fuera suficiente. Solo abro los ojos cuando noto su movimiento al tener una mejilla en la almohada, ya con su rostro pegado al mío. Me acurruco a su lado al ver que me abraza, sin taparme ni siquiera con una de ambas sábanas, queriendo disfrutar del simple calor que emanaba el cuerpo de Renton en parte por mi, rozando su pecho con los dedos de la mano, como queriendo sentir el tacto de su piel incesantemente.
-Estoy bien... pudo doler un poco, pero estoy bien... muy bien -explico por si acaso se dedica a preocuparse en un momento así, en el que no me puedo sentir mucho mejor. Por un momento me sale una sonrisita imaginando la noche de bodas, o algo así. Carraspeo como si me costara hablar, como si tanto respirar y jadear me hubiera hecho secar la garganta y ahora sonara muy diferente, o como si ahora fuera una mujer nueva y todo en mi haya cambiado. Al notar su aliento en mi húmeda frente por su culpa realmente, cierro los ojos y me dejo tocar por donde quiera, atrapando sus labios con los mios en un breve beso a la vez que entrelazo mis dedos con los suyos, quedándome respirando con la tranquilidad del momento con mi rostro junto al suyo, algo adormilada. -¿Te sientes orgulloso o qué?
La sonrisa se me congela en el rostro y la tranquilidad desaparece en un segundo, en el segundo que se escucha la puerta de la calle cerrarse y los pasos de una mujer. Me siento en la cama de un respingo pasándoseme la idea remota de que fuera un ladrón. Pero un ladrón no tiene llaves de casa ni anda con tacones. Hubiera estado bien, sin duda nos ahorraríamos un mal trago.
-Merde, merde, merde -replico viendo que Mark tambien se ha dado cuenta y tambien está sentado, estirando de ambas sábanas para sacarla y dejando la cama solo con la que la envuelve y una manta de invierno deshecha, dándole una a Mark para que se tapara y tapándome a mi misma con la otra mientras me levanto, sin perder un segundo. -Entra ahi, ahi -le señalo con el mentón el armario mientras cojo la ropa y me apresuro a dársela para que entrara con él en el armario, dejándole que se apañe para entrar mientras estiro la manta con disimulo en la cama y apoyo la espalda en la puerta del armario una vez cerrada con Mark dentro, esperando mi próxima muerte. Agacho la mirada pensando excusas y mientras pienso como puede ser si se le ocurre mirar en la puerta entrecerrada de mi cuarto (y con Catherine dentro) antes que aquí... eso sería mucho peor...
La risa de Mark dentro del armario hace reírme a mi tambien a pesar del mal rato que voy a pasar por él, luego hasta le tendré que pedir perdón por el numerito, pero yo doy un golpe contra la madera para que se calle y agacho la mirada para dejar de reírme yo. Capaz de que haya recurrido a la petaca que llevaría en el bolsillo de su pantalón.
-Estoy bien... pudo doler un poco, pero estoy bien... muy bien -explico por si acaso se dedica a preocuparse en un momento así, en el que no me puedo sentir mucho mejor. Por un momento me sale una sonrisita imaginando la noche de bodas, o algo así. Carraspeo como si me costara hablar, como si tanto respirar y jadear me hubiera hecho secar la garganta y ahora sonara muy diferente, o como si ahora fuera una mujer nueva y todo en mi haya cambiado. Al notar su aliento en mi húmeda frente por su culpa realmente, cierro los ojos y me dejo tocar por donde quiera, atrapando sus labios con los mios en un breve beso a la vez que entrelazo mis dedos con los suyos, quedándome respirando con la tranquilidad del momento con mi rostro junto al suyo, algo adormilada. -¿Te sientes orgulloso o qué?
La sonrisa se me congela en el rostro y la tranquilidad desaparece en un segundo, en el segundo que se escucha la puerta de la calle cerrarse y los pasos de una mujer. Me siento en la cama de un respingo pasándoseme la idea remota de que fuera un ladrón. Pero un ladrón no tiene llaves de casa ni anda con tacones. Hubiera estado bien, sin duda nos ahorraríamos un mal trago.
-Merde, merde, merde -replico viendo que Mark tambien se ha dado cuenta y tambien está sentado, estirando de ambas sábanas para sacarla y dejando la cama solo con la que la envuelve y una manta de invierno deshecha, dándole una a Mark para que se tapara y tapándome a mi misma con la otra mientras me levanto, sin perder un segundo. -Entra ahi, ahi -le señalo con el mentón el armario mientras cojo la ropa y me apresuro a dársela para que entrara con él en el armario, dejándole que se apañe para entrar mientras estiro la manta con disimulo en la cama y apoyo la espalda en la puerta del armario una vez cerrada con Mark dentro, esperando mi próxima muerte. Agacho la mirada pensando excusas y mientras pienso como puede ser si se le ocurre mirar en la puerta entrecerrada de mi cuarto (y con Catherine dentro) antes que aquí... eso sería mucho peor...
La risa de Mark dentro del armario hace reírme a mi tambien a pesar del mal rato que voy a pasar por él, luego hasta le tendré que pedir perdón por el numerito, pero yo doy un golpe contra la madera para que se calle y agacho la mirada para dejar de reírme yo. Capaz de que haya recurrido a la petaca que llevaría en el bolsillo de su pantalón.
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Re: Habitación de Virginie
Mark Renton Dom Feb 28, 2010 10:11 pm
Ensancho la sonrisa cuando dice que todo está bien, despreocupandome al respecto y voy dejando caer los párpados con lentitud disfrutando aquel instante con ella, como si estuviera a punto de dormirme ahí mismo. En ese momento siento el conacto y el sabor de sus labios contra los mios y correspondo con otro beso, tomando su barbilla con el dedo pulgar y el índice en el menton . -Es más que orgu- no termino la frase al escuchar el sonido de la puerta en el mismo momento que su expresión cambia drasticamente y no tardo en ponerme de pie con la sábana rodeandome por la cintura y la tela agarrada con una de mis manos, entre nervioso y divertido.
-¿Y ahora es cuando el morbo desaparece? - bromeo estirando el brazo libre para cojer la ropa que me tiende y atraigo las prendas contra mi pecho para evitar quedarme en culin, dando largas zancadas hacia el armario. Dejo caer la ropa en el suelo una vez que estoy adentro y me río entre dientes más de nervios que de otra cosa, soltando una carcajada inevitable cuando noto que se tentó de mi risa. Como se le ocurra buscar algo de ropa vamos listos. 
Vuelvo a cerrar los ojos acostumbrado a la repentina oscuridad y me concetro en escuchar lo que sucede en la habitación todavía vacía, presionando los labios entre sí para no reirme otra vez.
Una vez que oigo los pasos de mi suegra entreabro los ojos, percatandome de que hay un ligero espacio en la puerta que me permite ver lo que pasa. Me inclino asomando los ojos con todo el cuidado posible de no hacer un ruido torpe e inoportuno típico en mi, ansioso y todavía sorprendido del repentino cambio de ambiente. En cierto modo queria que suceda pero nunca creí que pasaria realmente, no sé que tan divertido resultará... y menos aún pensando en que la madre todavía no conoce a Catherine.
-¿Y ahora es cuando el morbo desaparece?
- bromeo estirando el brazo libre para cojer la ropa que me tiende y atraigo las prendas contra mi pecho para evitar quedarme en culin, dando largas zancadas hacia el armario. Dejo caer la ropa en el suelo una vez que estoy adentro y me río entre dientes más de nervios que de otra cosa, soltando una carcajada inevitable cuando noto que se tentó de mi risa. Como se le ocurra buscar algo de ropa vamos listos. Vuelvo a cerrar los ojos acostumbrado a la repentina oscuridad y me concetro en escuchar lo que sucede en la habitación todavía vacía, presionando los labios entre sí para no reirme otra vez.
Una vez que oigo los pasos de mi suegra entreabro los ojos, percatandome de que hay un ligero espacio en la puerta que me permite ver lo que pasa. Me inclino asomando los ojos con todo el cuidado posible de no hacer un ruido torpe e inoportuno típico en mi, ansioso y todavía sorprendido del repentino cambio de ambiente. En cierto modo queria que suceda pero nunca creí que pasaria realmente, no sé que tan divertido resultará... y menos aún pensando en que la madre todavía no conoce a Catherine.
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Re: Habitación de Virginie
Virginie Voltaire Dom Feb 28, 2010 11:08 pm
Avanza hasta su habitación con el mismo paso cansado que hace un momento cargando su cartera sostenida en una mano, dispuesta a darse una rápida ducha antes de ir a dormir. Su porte cansino y desganado se desvanece en el instante que atraviesa la puerta, donde ve a su hija cubierta por una sábana.
-Evangeline - crispa la expresión nada más notar su estado físico, casi tan flaca como siempre y claro está, su abdomen ya no deja ver el embarazo. A pesar de todo se acerca para asegurarse de que no es la sábana lo que lo disimula, apoyando la cartera en el suelo como dejando todo lo demás a un segundo plano.
-Ya estás aquí. ¿Hace cuanto qué...? ¿por qué no me has avisado nada? - la sorpresa es clara en su rostro y le hace olvidar el hecho de que se encuentra cubierta por una sábana o que está sola, sin su novio ni su hija, haciendo quien sabe qué. Parece algo molesta pero a la vez sin asmiliarlo del todo, ni siquiera se detiene a saludarla de modo cariñoso, necesita respuestas.
-Evangeline - crispa la expresión nada más notar su estado físico, casi tan flaca como siempre y claro está, su abdomen ya no deja ver el embarazo. A pesar de todo se acerca para asegurarse de que no es la sábana lo que lo disimula, apoyando la cartera en el suelo como dejando todo lo demás a un segundo plano.
-Ya estás aquí. ¿Hace cuanto qué...? ¿por qué no me has avisado nada? - la sorpresa es clara en su rostro y le hace olvidar el hecho de que se encuentra cubierta por una sábana o que está sola, sin su novio ni su hija, haciendo quien sabe qué. Parece algo molesta pero a la vez sin asmiliarlo del todo, ni siquiera se detiene a saludarla de modo cariñoso, necesita respuestas.
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Re: Habitación de Virginie
Evangeline Voltaire Dom Feb 28, 2010 11:29 pm
-Idiota -murmuro para mi ante lo que dice Mark, riéndome entre dientes y disimuladamente, esperando mi proxima muerte en cuanto abra la puerta. Había olvidado que ya no estaba embarazada...
Aun que sabía que acabaría llegando, doy un respingo cuando abre la puerta en el que yo me abrazo con un brazo por si acaso se le ocurre a la sábana moverse de su sitio. Alomejor hasta cuela que llevo ropa debajo.
-Mamá... -empiezo a hablar en francés, como ambas solemos hablar por simple lengua materna, el tema de hablar inglés para mi se limitaba a la universidad. Alzo las cejas mientras se acerca, mientras ahora esperara que me pegara o algo así. Tanto que flexiono las piernas aun apoyada en la puerta del armario y mirándola desde abajo. -Yo... no avisé nada porque nació hace poco... y... estuve esperándote aqui, no quería... molestarte... en el trabajo, sí eso -replico carraspeando como si ahora me costara cambiar de idioma, tras tanto tiempo hablando con Mark. -Estaba... dormida. Tuve una pesadilla... por lo del parto... lo tengo reciente, y eso... no sé como he acabado aquí -miro alrededor como si de verdad estuviera aturdida. -Y... Mark... no está. Digo... está en su casa... volvía hoy a la mañana... debe estar al caer -sonrio como si nada nerviosamente, rezando para que se lo crea. Supongo que ya daba por supuesto que su nieta estaba en casa, aunque dudo mucho que con mi gesto fuera a creérselo. Desvío la mirada de la misma verguenza que tengo ahora mismo, y más de saber que mi novio está a diez centímetros de mi, separado por un trozo de madera y escuchándolo todo. Aunque no lo entienda, mi tono de miedo es obvio en cualquier idioma
Aun que sabía que acabaría llegando, doy un respingo cuando abre la puerta en el que yo me abrazo con un brazo por si acaso se le ocurre a la sábana moverse de su sitio. Alomejor hasta cuela que llevo ropa debajo.
-Mamá... -empiezo a hablar en francés, como ambas solemos hablar por simple lengua materna, el tema de hablar inglés para mi se limitaba a la universidad. Alzo las cejas mientras se acerca, mientras ahora esperara que me pegara o algo así. Tanto que flexiono las piernas aun apoyada en la puerta del armario y mirándola desde abajo. -Yo... no avisé nada porque nació hace poco... y... estuve esperándote aqui, no quería... molestarte... en el trabajo, sí eso -replico carraspeando como si ahora me costara cambiar de idioma, tras tanto tiempo hablando con Mark. -Estaba... dormida. Tuve una pesadilla... por lo del parto... lo tengo reciente, y eso... no sé como he acabado aquí -miro alrededor como si de verdad estuviera aturdida. -Y... Mark... no está. Digo... está en su casa... volvía hoy a la mañana... debe estar al caer -sonrio como si nada nerviosamente, rezando para que se lo crea. Supongo que ya daba por supuesto que su nieta estaba en casa, aunque dudo mucho que con mi gesto fuera a creérselo. Desvío la mirada de la misma verguenza que tengo ahora mismo, y más de saber que mi novio está a diez centímetros de mi, separado por un trozo de madera y escuchándolo todo. Aunque no lo entienda, mi tono de miedo es obvio en cualquier idioma
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Re: Habitación de Virginie
Mark Renton Dom Feb 28, 2010 11:53 pm
Y claro, como no me habia dado cuenta antes... son francesas y la gente acostumbra a hablar en su idioma natal.
Al sentir la presión del cuerpo de Evan contra el armario retrocedo lo poco que me permite el espacio, apoyando mi espalda contra la madera opuesta en total silencio. No entiendo absolutamente nada, ni una sola palabra. Solo puedo imaginar las excusas y reacciones posible al denotar el nerviosismo en su voz y el tono molesto de Virginie. A saber cuanto tiempo estaré aquí encerrado. Que mal que nunca fui a una clase de aparición, me vendría como anillo al dedo en este momento.
Mientras ellas siguen hablando entre breves silencios me agacho para buscar la petaca en el bolsillo de mi pantalón, esperando que le quede algo adentro. Y sí, queda un fondo de whisky que no tardo en beber de a cortos y silenciosos tragos. La dosis perfecta para divertirme durante un rato más y calmar la desesperacion, y lo justo y necesario para poder seguir de pie sin hacer ruidos. Soy invisible.
Al sentir la presión del cuerpo de Evan contra el armario retrocedo lo poco que me permite el espacio, apoyando mi espalda contra la madera opuesta en total silencio. No entiendo absolutamente nada, ni una sola palabra. Solo puedo imaginar las excusas y reacciones posible al denotar el nerviosismo en su voz y el tono molesto de Virginie. A saber cuanto tiempo estaré aquí encerrado. Que mal que nunca fui a una clase de aparición, me vendría como anillo al dedo en este momento.
Mientras ellas siguen hablando entre breves silencios me agacho para buscar la petaca en el bolsillo de mi pantalón, esperando que le quede algo adentro. Y sí, queda un fondo de whisky que no tardo en beber de a cortos y silenciosos tragos. La dosis perfecta para divertirme durante un rato más y calmar la desesperacion, y lo justo y necesario para poder seguir de pie sin hacer ruidos. Soy invisible.
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Re: Habitación de Virginie
Virginie Voltaire Lun Mar 01, 2010 1:04 am
-Deberías haberme dicho que soy, bueno, abuela... además no tengo noticias tuyas hace bastante, comenzaba a preocuparme - baja la mirada por su cuerpo para asegurarse de que todo está bien, notando la vacilación de sus palabras pero sin dudar de que le está diciendo la verdad. Debe ser el estrés post parto o quién sabe que.
Se inclina sin más hacia adelante dándole un abrazo que no dura demasiado pero que no por eso es menos intenso, besando sus dos mejillas antes de separarse. Parece estar asimilando como son las cosas pero igual se le ocurren millones de dudas al respecto, lo que se muestra en su ceño fruncido de extrañeza.
-¿Llegaron a tiempo a Francia? ¿Fue un parto sin complicaciones? - inquiere, queriendo saber sobre el estado de su hija y su ñieta, hablando notablemente más calmada después de la sorpresa principal. Entonces el padre sigue haciéndose cargo, eso es algo bueno.
Antes de agregar algo más desvía su mirada por la habitación en busca de una cuna o algo parecido, sin encontrar lo que esperaba. -¿Y la niña? ¿Está con él? -
Se inclina sin más hacia adelante dándole un abrazo que no dura demasiado pero que no por eso es menos intenso, besando sus dos mejillas antes de separarse. Parece estar asimilando como son las cosas pero igual se le ocurren millones de dudas al respecto, lo que se muestra en su ceño fruncido de extrañeza.
-¿Llegaron a tiempo a Francia? ¿Fue un parto sin complicaciones? - inquiere, queriendo saber sobre el estado de su hija y su ñieta, hablando notablemente más calmada después de la sorpresa principal. Entonces el padre sigue haciéndose cargo, eso es algo bueno.
Antes de agregar algo más desvía su mirada por la habitación en busca de una cuna o algo parecido, sin encontrar lo que esperaba. -¿Y la niña? ¿Está con él? -
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Re: Habitación de Virginie
Evangeline Voltaire Lun Mar 01, 2010 2:27 am
-Ya... pero fue hace muy poco, ya sabes... sabía que no tardarías en volver.
Sigo mirándola asustada hasta que veo que me abraza, ¿es que no se da cuenta que estoy solo con una sábana? Le paso un brazo por los hombros para devolverle el abrazo, medio sonriendo como agradecida... no sabría si a ella o a mi suerte. La miro con las comisuras alzadas despues de que me bese, con el mismo pensamiento que mientras me abrazaba.
-Sí... -al fin y al cabo no la mentía. La casa de Elfei está en Francia. -Todo salió muy bien... mejor de lo esperado, la verdad... -susurro pensando si alguna vez me perdonará por este momento, cerrando los ojos no sé por qué. Supongo que es porque está mirando alrededor, cruzo los dedos con disimulo para que no se de cuenta de que la sábana es de su cama
-No... está en mi cuarto. No sé como llegué aqui... ya te lo dije -le explico, ahora es cuando piensa que Mark no ha visto a su hija o que no estuvo conmigo en el parto y ya es la guinda del pastel.
Sigo mirándola asustada hasta que veo que me abraza, ¿es que no se da cuenta que estoy solo con una sábana? Le paso un brazo por los hombros para devolverle el abrazo, medio sonriendo como agradecida... no sabría si a ella o a mi suerte. La miro con las comisuras alzadas despues de que me bese, con el mismo pensamiento que mientras me abrazaba.
-Sí... -al fin y al cabo no la mentía. La casa de Elfei está en Francia. -Todo salió muy bien... mejor de lo esperado, la verdad... -susurro pensando si alguna vez me perdonará por este momento, cerrando los ojos no sé por qué. Supongo que es porque está mirando alrededor, cruzo los dedos con disimulo para que no se de cuenta de que la sábana es de su cama
-No... está en mi cuarto. No sé como llegué aqui... ya te lo dije -le explico, ahora es cuando piensa que Mark no ha visto a su hija o que no estuvo conmigo en el parto y ya es la guinda del pastel.
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Re: Habitación de Virginie
Mark Renton Lun Mar 01, 2010 3:10 am
Reprimo las ganas de suspirar de impotencia al escuchar que siguen hablando entre sí, preguntandome por qué Evan no la saca del cuarto de una vez. De todas maneras me autoconsuelo pensando que pronto irán al otro cuarto para ver a la niña. Ahora es cuando deseo que Catherine llore para captar la atención de las Voltaire, voy a probar con un poco de telepatía... casi siempre funciona.
Cuando termino de beber el whisky y ya me estoy agachando para volver a dejar la petaca en su lugar siento unas repentinas ganas de eructar. Pero no, mi error, es hipo. Que oportuno todo. Reprimo la primer contracción involuntaria con una mano tapandome la boca pero no es suficiente para el segundo, que me toma por sorpresa al escapar aquel típico sonido de mi boca. Aprovecho que el pantalón se encuentra bajo mis pies para subir la prenda como puedo por mis piernas y lo abrocho rapidamente, todavía intentando reprimir el hipo por si no me han escuchado. Al menos que no me encuentre del todo desnudo, eso sí que sería demasiado para la situación.
Ya me puedo imaginar las caras de ambas y la paliza que me espera por parte de Evan, pero bueno, será que todo esto tiene una moraleja que todavía no soy capaz de comprender... o tal vez nunca lo haga.
Cuando termino de beber el whisky y ya me estoy agachando para volver a dejar la petaca en su lugar siento unas repentinas ganas de eructar. Pero no, mi error, es hipo. Que oportuno todo. Reprimo la primer contracción involuntaria con una mano tapandome la boca pero no es suficiente para el segundo, que me toma por sorpresa al escapar aquel típico sonido de mi boca. Aprovecho que el pantalón se encuentra bajo mis pies para subir la prenda como puedo por mis piernas y lo abrocho rapidamente, todavía intentando reprimir el hipo por si no me han escuchado. Al menos que no me encuentre del todo desnudo, eso sí que sería demasiado para la situación.
Ya me puedo imaginar las caras de ambas y la paliza que me espera por parte de Evan, pero bueno, será que todo esto tiene una moraleja que todavía no soy capaz de comprender... o tal vez nunca lo haga.
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Re: Habitación de Virginie
Virginie Voltaire Lun Mar 01, 2010 3:29 am
Cuando en un momento habia llegado a hacerse la idea de que Evan le decía la verdad, da unos pasos hacia atrás sonriente, deseando ver a su nieta. Incluso había pensado que llevaba pijama debajo de la sábana... pero en cuanto da un paso hacia atrás esperando que su hija la siguiera, percibe como intenta disimular un ruido que luego se repite y no llega a tiempo de disimular. Ni siquiera se fija en sus gestos, solo vuelve sobre sus pasos y aparta unos centímetros a Evan para abrir su armario de un portazo. Como había pensado, ese chico estaba dentro y todo lo que me había dicho parecía mentira. Encima estaba semidesnudo... era obvio lo que pasaba. Pellizco a Evangeline ignorando su quejido, comprobando que tambien llevaba solo la tela de la sábana.
-Os doy tres minutos para vestiros. Y luego tú, quiero que me cuentes toda la verdad, fuera de aqui -y sin vacilar se da la vuelta y sale de la habitación procurando hacer el máximo de ruido posible al cerrar la puerta. Probablemente eso habrá despierto a su nieta, por lo que se para a ver si es verdad y como a varios metros escucha un llanto incesante, decide recorrer el pasillo hasta la habitación donde estaba y así, al menos, conocerla y consolarla.
-Os doy tres minutos para vestiros. Y luego tú, quiero que me cuentes toda la verdad, fuera de aqui -y sin vacilar se da la vuelta y sale de la habitación procurando hacer el máximo de ruido posible al cerrar la puerta. Probablemente eso habrá despierto a su nieta, por lo que se para a ver si es verdad y como a varios metros escucha un llanto incesante, decide recorrer el pasillo hasta la habitación donde estaba y así, al menos, conocerla y consolarla.
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Re: Habitación de Virginie
Evangeline Voltaire Lun Mar 01, 2010 3:43 am
Suspiro aliviada y hago ademán de caminar cogiendo la sábana pero escucho a Mark y pongo los ojos en blanco, carraspeando intentando disimular el primer sonido. Lo consigo, pero el segundo me pilla desprevenida al igual que mi madre, por lo que me golpeo la frente queriéndome que me tragara la tierra en este momento. ¿Puedo elegir alguien más idiota para casarme? Al ver que vuelve a acercarse y que inevitablemente iba a acabar abriendo el armario me aparto un paso, desviando la mirada completamente... no quiero mirar como mi madre mira desnudo a mi novio. Miro la escena de reojo, al menos ha estado rápido en eso. Vuelvo a mirar completamente cuando me pellizca.
-Au -me quejo por la fuerza de que lo hace, cogiendo aire cuando habla... ya veremos que hago para arreglar esto. ¿Cómo se le ocurre beber ahora? Doy un respingo al escuchar el portazo cuando sale y frunzo los labios al escuchar a lo lejos a Catherine llorar, con la espalda apoyada aun en el armario y amenazando con dejarme caer del shock, además de que estoy obligada a estar aquí cuando mi hija llora. Reacciono rápidamente, encarándome a Mark con gesto enfadado y cogiendo mi ropa del armario, mirándole con las cejas alzadas.
-¿Por qué, Mark Renton? ¿Por qué ahora? -digo casi llorando y me siento en la cama a varios pasos de alli, desenrollándome la sábana y empezándome a poner la ropa interior con la cabeza gacha y con un nudo en la garganta horrible.
-Au -me quejo por la fuerza de que lo hace, cogiendo aire cuando habla... ya veremos que hago para arreglar esto. ¿Cómo se le ocurre beber ahora? Doy un respingo al escuchar el portazo cuando sale y frunzo los labios al escuchar a lo lejos a Catherine llorar, con la espalda apoyada aun en el armario y amenazando con dejarme caer del shock, además de que estoy obligada a estar aquí cuando mi hija llora. Reacciono rápidamente, encarándome a Mark con gesto enfadado y cogiendo mi ropa del armario, mirándole con las cejas alzadas.
-¿Por qué, Mark Renton? ¿Por qué ahora? -digo casi llorando y me siento en la cama a varios pasos de alli, desenrollándome la sábana y empezándome a poner la ropa interior con la cabeza gacha y con un nudo en la garganta horrible.
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Re: Habitación de Virginie
Mark Renton Lun Mar 01, 2010 4:14 am
Encojo los hombros con la cabeza agachada nada más ver a la madre de Evan frente a mi, declarando una fingida inocencia por nuestra parte. Estoy por decirle que no es lo que parece pero eso ya sería demasiado obvio y no creo que lo más oportuno en este momento sea que piense que la estoy vacilando.
Cuando la mujer se da la vuelta para abandonar la habitación dirijo la mirada hacia Evan con un gesto de disculpa en la expresión, mordiendo mi labio inferior. Eso sí, no puedo negar que con el susto se me ha ido el hipo del todo.
-Yo... lo siento, Evan. Estaba de los nervios con esto de no entender nada de lo que decían - mientras hablo salgo del armario y la imito al coger mi camiseta, pasandola por mis brazos y cabeza para terminar de vestirme en cuestión de segundos, nervioso.
Camino inseguro hasta la cama y me siento a su lado con el ceño fruncido, dubitativo a la vez que sorprendido y molesto conmigo mismo. -Soy imbécil, si quieres golpearme o simplemente odiarme estás en todo tu derecho - mascullo sin mirarla hasta que al fin me decido por hacerlo, ladeando lentamente el rostro en su dirección, con los ojos entornados ya que me espero cualquier cosa. Ni siquiera me atrevo a preguntarle si yo debería esperar aquí o simplemente irme de la casa hasta que ella me lo indique... solo la miro a los ojos, negando ligeramente.
Cuando la mujer se da la vuelta para abandonar la habitación dirijo la mirada hacia Evan con un gesto de disculpa en la expresión, mordiendo mi labio inferior. Eso sí, no puedo negar que con el susto se me ha ido el hipo del todo.
-Yo... lo siento, Evan. Estaba de los nervios con esto de no entender nada de lo que decían - mientras hablo salgo del armario y la imito al coger mi camiseta, pasandola por mis brazos y cabeza para terminar de vestirme en cuestión de segundos, nervioso.
Camino inseguro hasta la cama y me siento a su lado con el ceño fruncido, dubitativo a la vez que sorprendido y molesto conmigo mismo. -Soy imbécil, si quieres golpearme o simplemente odiarme estás en todo tu derecho - mascullo sin mirarla hasta que al fin me decido por hacerlo, ladeando lentamente el rostro en su dirección, con los ojos entornados ya que me espero cualquier cosa. Ni siquiera me atrevo a preguntarle si yo debería esperar aquí o simplemente irme de la casa hasta que ella me lo indique... solo la miro a los ojos, negando ligeramente.
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Re: Habitación de Virginie
Evangeline Voltaire Lun Mar 01, 2010 9:09 pm
Me levanto una vez me he abrochado el sujetador para moverme los pantalones rápidamente, sin querer pensar en nada... pero obviamente era inevitable. Mark empieza a hablar antes de que me ponga la camiseta, así que le miro de reojo escuchándole. Suspiro y me la pongo sin saber qué decir, con sus palabras ya era evidente que era porque había bebido, no por algo natural. Nos ponemos la camiseta a la vez aunque yo tardo algo más, lo que él tarda en sentarse y seguir hablando. Esta vez, giro el cuerpo hacia él levemente con los ojos empañados aunque él no me esté mirando, esperando a ver si es capaz de hacerlo o no. Carraspeo para mi mientras él me mira, agachando la cabeza aunque no desvío la mirada, era obvio que no le iba a pegar, o al menos no ahora.
-Ves con Catherine. Yo hablaré con ella, y subiré. Reza por no tener que irnos a Escocia esta misma noche -le digo con voz grave y teñida de preocupación, no creo que le moleste lo que haya hecho, si no que la mintiera. Y más con lo de Catherine... Pongo la mano en la nuca del chico rozándola con los dedos, aun así sin poderme enfadar con él, besando su mejilla antes de sollozar y salir de la habitación en lo que Mark tardaría en pestañear, no quiero llegar tarde y fastidiarla más. Directa hacia mi muerte, pero al fin y al cabo no la huyo, incluso me limpio la cara con la manga
-Ves con Catherine. Yo hablaré con ella, y subiré. Reza por no tener que irnos a Escocia esta misma noche -le digo con voz grave y teñida de preocupación, no creo que le moleste lo que haya hecho, si no que la mintiera. Y más con lo de Catherine... Pongo la mano en la nuca del chico rozándola con los dedos, aun así sin poderme enfadar con él, besando su mejilla antes de sollozar y salir de la habitación en lo que Mark tardaría en pestañear, no quiero llegar tarde y fastidiarla más. Directa hacia mi muerte, pero al fin y al cabo no la huyo, incluso me limpio la cara con la manga
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